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MÚSICA ARTÍSTICA, ARTE MUSICAL:
UNA RELACIÓN BIDIRECCIONAL

Música y arte, y viceversa. Hablar de la relación entre el arte y la música pierde un poco el sentido si partimos de la idea de que la música es arte en sí: no en vano es considerada como una de las seis artes universales (más tarde siete, con la llegada del cine) desde el período helenístico. Se trata de uno de los elementos más poderosos en nuestro día a día, capaz de comunicar mucho más que melodías: evoca recuerdos, produce emociones, y despierta en nosotros un abanico de sensaciones. Un poco como hacen otras formas de arte, vaya. Lo que está claro es que música y arte tienen una misma esencia y se retroalimentan entre sí. En esta oda al lenguaje internacional hacemos un recorrido por diferentes facetas de la música que la relacionan con el arte. T: Alexía Gavriil

1.- Arte inspirado en canciones
Una de las principales cualidades de la música es su capacidad de modular nuestros estados de ánimo. Al igual que es capaz de relajarnos e inducirnos a un estado mental zen, la música puede motivarnos en cuestión de un par de beats, nos estimula y produce euforia. Tiene la habilidad de transportarnos a otros lugares ayudando a la desconexión, de la misma manera que nos puede ayudar a concentrarnos. Artistas como Leif Podhajsky, Super Future Kid o Joana Santamans son incapaces de concebir el proceso creativo sin música, que les inspira en sus obras plásticas. Ya os hablamos de algunos de ellos aquí.

2.- Música inspirada en cuadros
La inspiración tiene innumerables fuentes, y como hemos visto una de ellas es la música. Los músicos y compositores absorben los elementos de su entorno para dar lugar a piezas de creación única, y entre ellos están las obras de arte, por supuesto. Hay una larga lista de artistas que se han inspirado en cuadros y en pinturas a la hora de componer canciones: Coldplay, por ejemplo, se inspiró en una obra de Frida Kahlo para su canción Viva la vida, y los Alan Parsons Project sacaron en 1987 un disco llamado Gaudí, inspirado por la vida y obra del arquitecto catalán, con títulos como La Sagrada Familia o Paseo de Gracia. El resultado: experiencias holísticas en las que conviven música y arte.

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3.- Portadas de discos, la música plasmada en arte
¿Quién no se pasaría horas en una tienda de discos, recorriendo pasillos repletos de música? Aunque la mayoría de grupos ni nos suenen, nos los llevaríamos a casa solo por lo bonitas que son algunas portadas. Hasta el punto que hay discos que son más conocidos por el diseño gráfico de sus portadas que por las propias canciones: tomad como ejemplo la carátula de Unknown Pleasures de Joy Division, diseñada por Peter Saville y Chris Mathan; o la de Wish You Were Here de Pink Floyd, hecha por Storm Thorgerson. No es tan fácil encontrar la expresión visual de algo que nos transmite tantas cosas, pero algunos artistas han encontrado en ello lo suyo.

4.- Pósters de conciertos, todo un género en sí mismo
No debemos subestimar la importancia de un flyer potente para anunciar un concierto. Más allá de las estrategias de marketing, un buen cartel debe estar en sintonía con la música del grupo en cuestión y con lo que quiere transmitir a la audiencia. En el gig, la gente va a dejarse llevar durante un paréntesis en el tiempo a la merced de las vibraciones de su música, y eso debe verse plasmado en un poster artístico para estimular a los fans..

5. Músicos artistas, artistas músicos
Nunca se sabe las vueltas que da la vida, y menos aún las vueltas que da el arte. Tendemos a encorsetar a los artistas en una sola disciplina, cuando en realidad lo más común es que toquen múltiples formas de arte. Su necesidad de expresarse artísticamente no entiende de límites, y lo mismo crean música que arte plástico, producciones audiovisuales o colecciones de ropa. Probablemente no sabías que Devendra Banhart o Marilyn Manson también pintan: aquí os dejamos otros ejemplos de artistas polifacéticos con una prolífica carrera musical.